Miembros de la Universidad China de Hong Kong han conseguido almacenar 90 gigas dentro de bacterias. El sistema se basa en una nueva codificación de los datos, que permite reducir su tamaño de forma espectacular. Tras la reducción del tamaño, los científicos han podido introducir la información en forma de ADN modificado.
La iniciativa no es pionera. En 2001 y 2007 ya se habían producido distintos experimentos donde se pretendía emplear sistemas de almacenamiento biológico. Estos experimentos no tuvieron éxito, pero desde la Universidad China de Hong Kong los destacan como los primeros pasos en la materia.
Para los investigadores la clave está en su sistema de codificación. Los científicos creen que podrían almacenar el equivalente de dos terabytes en apenas unos gramos de bacterias. Gracias a sus avances confían en que este tipo de almacenamiento pueda ser el futuro. "Creemos que esto podría ser un estándar industrial para la manipulación a gran escala del almacenamiento de datos en las células vivas" han declarado los responsables del proyecto en su página web.
En la presentación de su proyecto, los científicos son muy optimistas sobre las posibilidades de esta innovación en el futuro. Las aplicaciones podrían variar del almacenamiento de contenidos digitales a la inserción de códigos de barras en organismos sintéticos.