La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) vuelve a protagonizar una situación cuanto menos curiosa por la facturación de espectáculos musicales durante las fiestas de pueblos, esta vez en la provincia de Castellón.
El alcalde de la localidad castellonense de Torrechiva está llamado a comparecer en el juzgado mercantil de Castellón el próximo 19 de octubre para atender la demanda interpuesta por la SGAE, que reclama derechos de autor por actuaciones musicales celebradas "desde hace más de cinco años", según el primer edil, Esteban Salas.
La máxima autoridad de Torrechiva explica que la facturación presentada por esta Sociedad contiene errores ya que alguno de los espectáculos incluidos "nunca se celebró, por el mal tiempo, y sin embargo sí está en la factura", indicó.
La Sociedad General de Autores y Editores demanda al Ayuntamiento de Torrechiva el pago de alrededor de 3.000 euros, una cantidad que el alcalde considera desorbitada para un municipio como el suyo, con un censo que no llega ni a los cien habitantes.
Los 3.000 euros que se supone que la entidad tiene pendientes de cobro en el Ayuntamiento de Torrechiva equivalen, según la valoración realizada por el propio alcalde, al 50% de la tributación municipal anual que ingresa el Ayuntamiento.
"Desde luego -dice Esteban Salas- somos un pueblo pequeño y la mayoría del presupuesto del Ayuntamiento lo forman las subvenciones de la Diputación o de la Generalitat. Nos quedan los impuestos que recauda el Ayuntamiento y esos 3.000 euros vienen a ser la mitad de lo que logra recaudar el consistorio", declara Esteban Salas.
Directamente al juzgado
Para hacer frente a la demanda interpuesta por la SGAE, el municipio se servirá del servicio jurídico de la Diputación Provincial de Castellón al no tener recursos económicos suficientes para asumir los costes del pleito.
Se da la circunstancia, apostilla Salas, que el consistorio no ha recibido hasta la notificación judicial ninguna factura administrativa reclamando el pago, "directamente nos ha venido la citación en el juzgado", añade, al tiempo que reprocha que ni siquiera se molestan en comprobar si la verbena se desarrolla como estaba prevista "qué repertorio se toca y cuánta gente lo ve".