Hace menos de un mes, la publicación en internet de una nota interna entre varios investigadores del experimento Atlas (uno de los cuatro principales del gran acelerador europeo de hadrones, LHC) disparaba en todo el mundo los rumores sobre la posible detección del bosón de Higgs, la partícula responsable de la masa de todas las demás partículas del Universo y uno de los mayores objetivos de la Física moderna. Ahora, tras un análisis exhaustivo de los datos, se ha podido demostrar que aquellos posibles signos del Higgs eran erróneos. Habrá, pues, que seguir buscando.
Se trataba de una nota interna, una de esas que los investigadores se envían continuamente unos a otros. En ella se comentaba la observación de una resonancia sospechosa en los 115 GeV, justo la clase de fenómeno que se esperaría detectar si se hubiera encontrado un bosón de Higgs en ese rango de energía.
La nota se filtró prematuramente a Internet y comenzaron las especulaciones. Pero el análisis detallado de los datos recabados durante aquella observación han demostrado que, por desgracia, no se trataba del esperado bosón.
El Higgs, cuya existencia fue predicha en 1964 por el físico británico Peter Higgs, es una de las pocas partículas que faltan por descubrir en laboratorio para completar el Modelo Estándar, el "catálogo" que recoje todas las partículas de materia conocidas en el Universo. Hasta ahora, todas las predicciones del Modelo Estandar se han cumplido y los grandes aceleradores han ido descubriendo, una a una, las partículas cuya existencia estaba predicha por la teoría.
Lo que salió a la luz el mes pasado fue una de las notas de una discusión científica entre cuatro investigadores de los cerca de 3.000 que trabajan en el experimento Atlas, uno de cuyos objetivos es, precisamente, localizar el Higgs. Estos debates internos son muy comunes y a veces, pero no siempre, desembocan en grandes descubrimientos. Se trata de las primeras impresiones sobre un experimento concreto. Un material sobre el que es necesario seguir trabajando para comprobar si se ha realizado, o no, un hallazgo importante.
Fabiola Gianotti, portavoz y coordinadora general del detector Atlas, ha afirmado que un análisis más detallado de los datos demuestra que, en realidad, no hubo ninguna señal que indicara la presencia del bosón de Higgs. "Esa es la razón -ha declarado Gianotti a la cadena BBC- por la que no publicamos ningún resultado hasta que estemos seguros de que lo que hemos encontrado es verdad".
Por su parte, el director general del CERN (el organismo que gestiona el gran acelerador), ha manifestado que "esto debería ser una lección para que los periodistas no difundan resultados que han visto en un blog (en referencia al blog de Física donde primero se publicó la nota interna). Si descubrimos algo y estamos seguros de ello, lo anunciaremos oficialmente. Cualquier otra noticia es pura especulación".
Higgs, acorralado
La búsqueda, pues, continúa. Y todo apunta a que el esperado hallazgo no tardará mucho en llegar. De hecho, los físicos han logrado ya "acorralar" al Higgs, buscándolo en un buen número de sus ubicaciones posibles. Queda poco por mirar, y la mayor parte de la comunidad científica está convencida de que si no apareciera en los rangos energéticos en los que se le está buscando actualmente significaría que el Higgs no existe. Todas las previsiones apuntan a que su existencia (o su inexistencia) se demostrará, como mucho, durante 2012.
No es de extrañar, por lo tanto, el extraordinario interés que esta investigación suscita, tanto entre científicos como entre el úblico en general. Ni que cualquier posible pista sobre su descubrimiento adquiera proporciones de noticia global.